La última prueba de Maialen Chourraut en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020
En la última competición, Maialen Chourraut tuvo un mal desempeño. A sus 41 años, en lo que posiblemente fue su última participación en slalom en unos Juegos Olímpicos, cometió un error en una de las puertas, conocida como «la maldita puerta 2», terminando en último lugar. A pesar de esto, mantuvo la compostura frente a las cámaras y los micrófonos. Siempre serena en sus victorias anteriores, como el bronce en Londres 2012, el oro en Río 2016 y la plata en Tokio 2020, ¿por qué no mantener la calma en la derrota?
Durante más de media hora, después de su descenso en kayak y hasta que se retiró a los vestuarios, Chourraut sonreía para agradecer a quienes la ayudaron, celebrar la presencia de público en las gradas e incluso elogiar la belleza del canal de Vaires-Sur-Marne, en la zona este de París, cerca de Disneyland. Agradeció a todas las personas que la apoyaron para vivir esa experiencia y manifestó su emoción por competir en un lugar tan hermoso, en medio de unos Juegos Olímpicos.
Su hijastro de 23 años, Pau Echaniz, hijo de su esposo y entrenador Xabi, competía en la misma especialidad los días martes y miércoles. Al ser consultada sobre las posibilidades de medalla de su hijastro, Chourraut se emocionó y sus ojos se pusieron rojos. Expresó sus mejores deseos para él y su discurso se interrumpió por la emoción.
Un momento duro
La decepción de haber perdido una oportunidad, posiblemente la última, fue evidente en Chourraut. A sus 41 años, aunque continuará compitiendo y participará en la modalidad de cross el próximo viernes, sabía que no volvería a experimentar la emoción olímpica en la prueba de K1. Desde el día anterior, en las primeras rondas, tuvo problemas con la segunda puerta del circuito y eso le afectó en su desempeño. En las semifinales, un error estuvo a punto de costarle la clasificación, y en el momento crucial, un toque con la cabeza le valió una penalización máxima.
Chourraut analizaba lo sucedido, intentando entender por qué no lograba superar esa puerta. A pesar de las dificultades, no se dio por vencida en ningún momento.
Sin planes de retirada
Aunque Chourraut reconoce que probablemente no volverá a unos Juegos Olímpicos, tiene la prueba de cross por delante y luego evaluará su futuro. Después de los Juegos de Tokio 2020, pensaba en retirarse, pero decidió continuar compitiendo. A pesar de una lesión en el hombro izquierdo y una difícil rehabilitación, dos motivaciones la impulsaron a seguir adelante: la posibilidad de compartir la experiencia olímpica con su hijastro y la oportunidad de disputar la prueba de cross para buscar su cuarta medalla olímpica.
La competencia de cross, con su formato de carreras emocionantes, representa una nueva oportunidad de disfrutar y divertirse en los Juegos Olímpicos, después de haber superado la decepción en la prueba de slalom.