El Legado Olvidado de Pedro Cuatrecasas
Pedro Cuatrecasas, un destacado **bioquímico** español, estuvo a un paso de convertirse en el tercer español en recibir un **Nobel** científico, tras los reconocidos **Santiago Ramón y Cajal** y **Severo Ochoa**. Lamentablemente, falleció a los 88 años en La Jolla, California, el 19 de marzo, debido a un **cáncer**. Su muerte pasó casi desapercibida tanto en su país natal como en Estados Unidos, pero su trabajo ha impactado la vida de muchas personas. Participó en el desarrollo de alrededor de 40 **medicamentos**, entre los que se encuentran fármacos conocidos como el **aciclovir** para el herpes, el **sumatriptán** para la migraña y la **atorvastatina**, un medicamento para reducir el colesterol que se convirtió en uno de los más vendidos en la historia.
Pedro nació en Madrid el 27 de septiembre de 1936, en el contexto de la **Guerra Civil**. Su padre, José Cuatrecasas, un reputado científico y simpatizante de la **Izquierda Republicana**, tuvo que huir a Colombia tras la victoria de los golpistas. Pedro creció en el exilio hasta que su familia se mudó a Estados Unidos en 1947. En esa nación, decidió estudiar Medicina, y desde joven mostró un notable talento que lo llevó a ser candidato a un **Premio Nobel**.
El médico **Peter Agre**, quien ganó el Nobel de Química en 2003, recuerda a Cuatrecasas como un científico brillante y carismático. A sus 32 años, Cuatrecasas jugó un papel crucial en la biología al desarrollar la **cromatografía de afinidad**, una técnica que facilitó la purificación de hormonas y proteínas. Agre señala que, si Cuatrecasas hubiera ganado el Nobel, habría sido aclamado en España como un héroe nacional, similar a Ramón y Cajal y Ochoa.
La formación de Cuatrecasas incluyó una experiencia importante en los **Institutos Nacionales de la Salud** de EE. UU., donde trabajó bajo la dirección de **Christian Anfinsen**, otro ganador del Nobel. Durante su tiempo allí, conoció a **Meir Wilchek**, con quien desarrolló la citada técnica que revolucionó la **bioquímica** y otras ciencias. “La cromatografía de afinidad nos permitió realizar investigaciones que antes tomaban meses, ahora se podían completar en unas pocas horas”, recuerda Wilchek.
Pedro Cuatrecasas, quien también fue reconocido con el **Premio Wolf** en 1987 por su invención, impactó no solo en la investigación, sino también en la industria farmacéutica. A lo largo de su carrera, desarrolló medicamentos importantes, incluidos el **bupropión**, un antidepresivo, y la **zidovudina**, el primer fármaco utilizado para combatir el **SIDA**. Aunque fue un líder en tres grandes empresas farmacéuticas, siempre mantuvo viva su herencia española y volvió a su país natal con frecuencia.
Su legado, sin embargo, ha quedado en buena parte olvidado. A pesar de sus importantes contribuciones al campo de la ciencia, hay escasas menciones en la prensa sobre su trabajo y su impacto. Cuatrecasas mismo decía que no necesitaba reconocimiento personal; su satisfacción venía del hecho de que su técnica se usaba ampliamente en la investigación, lo que significa que estaba integrada en la práctica científica.
El bioquímico hizo un llamado en sus últimos años sobre la dirección que estaba tomando la industria farmacéutica, advertiendo sobre una creciente falta de **creatividad** e **innovación**. Su historia es un recordatorio de que, a pesar de sus logros, muchos científicos importantes colapsan en el olvido, en un mundo que a menudo premia la fama antes que la contribución real al conocimiento y la salud humana.