Powell se aferra a las tasas de interés, ignorando la presión de Trump y disidencias en la Reserva Federal

Resumen de la Reunión de la Reserva Federal

No hubo sorpresas el miércoles pasado en el edificio Eccles, sede de la Reserva Federal (Fed) en Washington. Las obras de remodelación de este edificio han captado la atención mundial debido a la obsesión de Donald Trump por el aumento de costos. El banco central de Estados Unidos y su presidente, Jerome Powell, decidieron mantener los tipos de interés sin cambios, en una cifra entre 4,25% y 4,50%, a pesar de las presiones del presidente de EE. UU.

Lo que causó revuelo fue que, por primera vez en 32 años, dos gobernadores votaron en contra de la recomendación de Powell. Tanto Chris Waller, buscando agradar a Trump, como Michelle Bowman, hicieron historia al mostrar su desacuerdo. Esto convirtió la reunión en un evento notable.

El comunicado posterior a la reunión reveló que ambos gobernadores preferían reducir los tipos de interés en un cuarto de punto. Este fue el único cambio en comparación con la declaración de mayo. A pesar de la oposición, Powell reafirmó que la Fed debe mantenerse alejada de la influencia política y destacó su mensaje principal: aunque la economía de EE. UU. está mostrando signos de fortaleza (el PIB creció un 0,7% en el segundo trimestre), la incertidumbre creada por las políticas de Trump obliga a adoptar una postura de “esperar y ver” en relación con las tasas de inflación.

La principal misión del banco central es controlar los precios y facilitar las condiciones para lograr el pleno empleo. Actualmente, la creación de 147.000 puestos de trabajo en junio llevó la tasa de desempleo a 4,1%. Sin embargo, la inflación aumentó un 2,7% interanual, impulsada principalmente por productos como muebles y juguetes.

El ambiente durante esta reunión fue tenso, especialmente por las críticas de Trump hacia Powell, a quien ha llegado a llamar “Señor Demasiado Tarde”. A pesar de la presión, Trump no tiene la autoridad para despedirle, ya que la ley protege la independencia de su cargo, algo que se reafirmó en un fallo del Tribunal Supremo.

Las críticas de Trump giran en torno al costo excesivo de las renovaciones de los edificios de la Fed, que han crecido hasta los 2.500 millones de dólares. Durante la visita de Trump a las obras, Powell contradijo las afirmaciones del presidente, mostrando su disposición a desafiar las opiniones de la Casa Blanca.

La última vez que la Fed redujo los tipos fue en diciembre, en un cuarto de punto. Ahora, el foco está en la próxima reunión de septiembre, que podría marcar un año desde la última reducción. Los mercados especulan que podría haber un recorte en los tipos, con probabilidades de 55%, pero nadie puede asegurar que esto detenga la presión que Trump ejerce sobre la Reserva Federal.

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