Protesta en Palma contra la masificación turística
CATI CLADERA (EFE)
Una gran cantidad de personas en Palma salieron a las calles en una manifestación para expresar su desacuerdo con la masificación turística en la isla, la caída de los sueldos, los problemas de tráfico y de vivienda, entre otros. Esta protesta busca llamar la atención de las autoridades para que tomen medidas con respecto al turismo. La marcha fue convocada por la plataforma Menys Turisme Més Vida y contó con la participación de más de 20.000 personas, según estimaciones iniciales. Un llamado claro a establecer límites al turismo en la región.
Esta no es la primera vez que Baleares se manifiesta en contra de la turistificación en la isla. En 2017 ya hubo una protesta y recientemente se registró otra movilización con más de 10.000 participantes para denunciar las complicaciones derivadas del turismo masivo, especialmente en el acceso y costos de la vivienda en la región.
Los manifestantes exigen medidas como la restricción en la compra de vivienda para no residentes, la reducción de vuelos comerciales y la limitación de la entrada de jets privados. También se busca eliminar la promoción turística y aplicar impuestos adicionales a la industria turística para controlar su impacto en la isla.
El problema del turismo masivo en Baleares es evidente, con un récord de visitantes año tras año. A pesar de las medidas tomadas por las autoridades, como la tasa turística o la prohibición del alquiler vacacional en edificios residenciales, el descontento social continúa creciendo.
Los residentes de Baleares han expresado su preocupación por la falta de recursos hídricos debido al alto número de turistas que visitan la región. La protesta busca concienciar sobre la importancia de establecer límites al turismo para garantizar un desarrollo sostenible en el futuro.
La manifestación en Palma contó con la presencia de políticos y ciudadanos que apoyan la causa. A lo largo del verano, diversas acciones de protesta han tenido lugar en las islas, como la ocupación de la playa de Es Caló des Moro por residentes mallorquines para evidenciar la masificación turística.