Entrevista con Sergio Scariolo sobre los Juegos Olímpicos
Un símbolo con los cinco aros define la imagen de WhatsApp del entrenador de baloncesto de España. A pesar de ser su cuarta participación olímpica, Sergio Scariolo, a sus 63 años, conserva la emoción de los primeros Juegos, donde llevó a España a obtener la medalla de plata en Londres, enfrentando a la potente selección de Estados Unidos. En una charla con **AS**, habló sobre el inicio del torneo, en el que tendrá que competir contra Australia, Grecia y Canadá, además de lidiar con desafíos logísticos como jugar partidos a las once de la mañana. Esto, sin mencionar los problemas anteriores relacionados con las canchas de entrenamiento.
¿Qué significa tener como icono en WhatsApp los aros olímpicos? ¿Es una motivación?
Para mí representa la ilusión de poder disfrutar de mis cuartos Juegos Olímpicos. También es un orgullo representar a un movimiento tan destacado como el baloncesto masculino español, que ha mantenido una participación constante en el más alto nivel. Esta presencia continuada es sumamente valiosa en la actualidad. Hemos logrado mantenernos en la élite, lo cual es fundamental considerando la ausencia de otros países. Estar en esta élite es como jugar en Primera División en comparación con la Segunda. Es un privilegio que debemos valorar.
Antonio Díaz Miguel dirigió a España en seis Juegos Olímpicos; usted va por el cuarto. ¿Cómo ve esta comparación?
El trabajo de Antonio es muy meritorio dada la importancia que tuvo para el baloncesto español. Él abrió la puerta al baloncesto internacional y a la competencia con Estados Unidos. Antonio fue un pionero y una leyenda. En su época, los entrenadores permanecían más tiempo en sus cargos. Hay que reconocer su valentía y visión.
Ha superado los 200 partidos dirigidos con la Selección y tiene un 80% de victorias. ¿Cómo evalúa su trayectoria hasta ahora?
Mi experiencia ha sido muy positiva con altibajos. He tenido momentos de éxito, de dificultad para mantener la competitividad y de renovación generacional. He aprendido mucho y establecido relaciones humanas significativas con jugadores y colaboradores. Esta experiencia me llena de orgullo y gratitud, ya que me ha enriquecido en diversos aspectos. Más allá de los títulos ganados, lo más valioso ha sido enfrentar desafíos diarios que me han obligado a crecer, madurar y tomar decisiones acertadas en momentos críticos.
En Tokio estaban Pau, Marc y Ricky… ¿Cómo ha sido el proceso de renovación hasta llegar a las puertas de París?
La salida de jugadores clave como Pau Gasol y la posible retirada de Ricky Rubio han marcado el comienzo de un nuevo ciclo olímpico. Nuestro objetivo es preparar el crecimiento del equipo para el futuro manteniendo altos niveles de competitividad. La identidad del equipo se ha caracterizado por ser un conjunto unido, luchador y generoso, aspectos que considero fundamentales para mantener nuestro nivel de juego.
¿Le ha afectado emocionalmente la situación de Ricky Rubio?
Personalmente, me entristeció ver a Ricky pasando por un momento difícil. Mi preocupación inicial fue su bienestar como persona, más que su impacto en el equipo. Espero que pueda recuperar la alegría y encontrar la felicidad. A pesar de las dificultades, hemos encontrado motivaciones para seguir adelante, como ayudar a los jóvenes a crecer y adaptarnos a los cambios en el equipo.
El grupo es muy complicado: Australia, Grecia, Canadá. ¿Cómo planea afrontar el desafío?
Somos vistos como el equipo más débil del grupo y debemos esforzarnos al máximo para ascender en la clasificación. Aunque las expectativas no son muy altas, debemos estar orgullosos de nuestro esfuerzo y ser creíbles en nuestra actuación. Me enorgullece el desempeño del equipo en el Mundial pasado, donde luchamos hasta el final a pesar de las dificultades.
¿Cómo están preparados los doce jugadores para la competición?
Los jugadores están comprometidos, disciplinados y listos para competir. A pesar de ser vistos como el equipo más débil, estamos motivados para demostrar nuestra valía en la cancha. Nuestra nueva normalidad es la lucha constante y estamos ansiosos por mantenernos como un equipo difícil de vencer.
¿Cree que jugar la primera semana en Lille en lugar de París afecta la motivación de los jugadores?
A nivel logístico, jugar en Lille puede simplificar las actividades relacionadas con el evento. Sin embargo, en términos de motivación, el no estar en el corazón olímpico, la Villa Olímpica principal, puede restar algo de esencia a la experiencia. Para quienes participan por primera vez, perderse esa parte puede ser desalentador. En mi caso, ya he vivido esa experiencia en tres ocasiones, por lo que lo veo de manera diferente. Pero siento pena por los debutantes que no podrán experimentar la Villa Olímpica de París.
¿Cómo afrontarán los horarios no habituales de los partidos?
De manera humorística, podríamos decir que si es necesario ser uno de los mejores del mundo para jugar temprano por la mañana, quizás sea mejor estar en una posición intermedia. Nos adaptaremos a la realidad y buscaremos estrategias junto con nuestro equipo para que los jugadores puedan rendir al máximo en horarios poco convencionales y, si es posible, sacar ventaja sobre el rival.
¿Ya han iniciado alguna preparación especial para los horarios inusuales?
Todavía no hemos comenzado.
¿Qué opinión tiene sobre el estado de Rudy Fernández antes de sus sextos Juegos?
Rudy se encuentra motivado, centrado y dispuesto a ayudar al equipo. Durante el Preolímpico parecía algo nervioso, pero ahora se siente más relajado y listo para disfrutar la competencia. Es un privilegio para él participar en su última serie de Juegos con tanta experiencia y sabiduría acumulada.
¿Usted también tiene tiempo para disfrutar de este proceso?
Mi enfoque está principalmente en la competición, aunque valoro los breves momentos en los que puedo reflexionar sobre mi trayectoria. Mi energía está concentrada en dar lo mejor de mí en cada partido.
¿Cree que los Juegos Olímpicos son tácticamente distintos a un Eurobasket o Mundial por su duración?
Sin duda, existen diferencias entre estos torneos. En los Juegos Olímpicos, cada posesión es crucial desde el primer partido, y el tiempo de descanso entre juegos permite considerar la rotación de jugadores de manera más estratégica. A diferencia del Mundial y Eurobasket, donde a veces se juegan partidos en días consecutivos, la preparación táctica sigue siendo la misma.
Jordi Fernández, seleccionador de Canadá, cree que este es el torneo con más talento olímpico de la historia. ¿Qué piensa al respecto?
Es complicado comparar las generaciones pasadas con la actual en cuanto a talento. No obstante, la presencia de equipos como Canadá, que anteriormente no se clasificaba para los Juegos Olímpicos, muestra el crecimiento del baloncesto a nivel mundial. La competencia se ha vuelto más feroz, y los equipos emergentes han elevado su nivel de juego.
¿Cómo ve el enfrentamiento con Estados Unidos, como rival o admirador?
Estados Unidos muestra una mentalidad competitiva y un liderazgo ejemplar, principalmente a través de jugadores como LeBron James. Representar a Estados Unidos y la NBA implica una gran presión por las expectativas de éxito. A pesar de la admiración que pueda existir, el objetivo sigue siendo competir con honor y dignidad.
¿Considera al equipo de Estados Unidos como el segundo mejor Dream Team desde 1992?
En mi opinión, el Dream Team de 2012 se ubicó muy cerca del histórico equipo de 1992, quizás solo un escalón por debajo. Habrá que esperar para evaluar el Dream Team de 2024. En términos generales, el equipo estadounidense se mantiene en la elite del baloncesto mundial.
¿Ya ha inaugurado su museo en Marbella?
Está casi terminado.
¿Hay espacio para una tercera medalla olímpica?
(risas). Si llegara a suceder, sería algo extraordinario y sin precedentes. En ese caso, encontraríamos un lugar especial para la nueva medalla en nuestro museo casero.