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Desde que la Unión Europea anunciara el pasado miércoles su propuesta para imponer altos aranceles adicionales a los automóviles eléctricos chinos, Alemania y sus principales fabricantes -Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz- se han mostrado en desacuerdo con la medida. Carlos Tavares, líder del grupo Stellantis, también ha expresado su opinión contraria.
«Necesitamos ser proactivos y no reactivos para poder enfrentar la competencia china», declaró Tavares ante los inversionistas de la empresa, mencionando que China «está volviéndose una parte significativa» del negocio actual de Stellantis. Tanto es así que el mes pasado, la empresa llegó a un acuerdo para invertir 1.500 millones de euros en adquirir el 21% de LeapMotor, catalogada como una de las tres principales marcas chinas de nuevas empresas de vehículos eléctricos en 2023.
En ese momento, también se anunció la creación de una joint venture en la que Stellantis posee el 51% de las acciones y a partir de septiembre, comenzarán a comercializarse vehículos de Leap Motor fuera de China. Inicialmente, dos modelos completamente eléctricos se distribuirán en nueve mercados, incluido España.
Posteriormente, en una segunda fase, se espera que estos automóviles también se produzcan en Europa, como confirmó Tavares en la misma reunión con los inversionistas, lo que les permitirá evitar los aranceles. Los planes anunciados anteriormente hablaban de una producción de hasta 150,000 unidades al año. La fábrica con más probabilidades de ser seleccionada es la de Tichy en Polonia.