Cada 6 de julio, Pamplona se convierte en el lugar más importante de una de las fiestas más famosas del mundo: San Fermín. Miles de personas, muchas de ellas vestidas de blanco con pañuelos rojos, se reúnen en la Plaza Consistorial para dar inicio a las celebraciones con el Chupinazo, un fuerte estallido de vino, música y alegría que marca el comienzo de una semana festiva. Sin embargo, hay un aspecto poco mencionado en las guías turísticas: el fenómeno peculiar de los zapatos perdidos.
Esto ha sido descubierto por un estadounidense que vive en España, quien lo compartió en un video de TikTok que ha recibido miles de vistas. En el video, advierte a quienes asistirán por primera vez sobre un curioso detalle del evento. Se trata de la gran cantidad de calzado que se pierde durante la fiesta.
Según explica, cuando las personas empiezan a saltar, bailar y lanzarse vino entre sí, cualquier zapato que se salga… “quedará perdido para siempre”. No hay oportunidad de agacharse, nadie se detiene, y encontrar un zapato en medio de la multitud es casi imposible. “En España saben cómo festejar, pero San Fermín es una celebración única”, dice el autor del video, conocido como @smithsinspain.
Más que solo vino y fiesta
Más allá del caos inicial, la semana de San Fermín está llena de tradiciones que llevan mucho tiempo. El encierro, que ocurre cada mañana del 7 al 14 de julio, es la más famosa: se trata de una carrera de 875 metros por las calles de Pamplona, delante de toros bravos.
Antes de cada encierro, los corredores cantan una oración a San Fermín, mostrando su devoción y conectando con el origen religioso de la fiesta. También son populares el desfile de gigantes y cabezudos, y el ritual del “Pobre de mí”, que se lleva a cabo el 14 de julio a medianoche, cuando los asistentes despiden la fiesta y se quitan su pañuelo rojo. No podemos olvidar la deliciosa comida y la oportunidad de socializar. Desde desayunos de chocolate con churros después del encierro hasta almuerzos con chistorra y vino, sin mencionar las tardes de vermut previas a las corridas. Todo suma a la gran experiencia.
Así que, perder un zapato en medio de la multitud puede parecer algo sin importancia, pero en realidad revela una verdad clave. Y es que los Sanfermines no tienen sentido sin sumergirse en su mezcla de tradición, locura y emoción colectiva.
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