
Las partículas de VIH (puntos rojos) entran en las células utilizando proteínas que se unen a la membrana celular.
Crédito: Steve Gschmeissner/Science Photo Library
Dos candidatos a vacuna que utilizan la tecnología de ARNm generan una fuerte respuesta inmunitaria contra el VIH, según un ensayo clínico en fase temprana.
Este estudio es solo el tercero que prueba las vacunas de ARNm contra el VIH. “Estos son los primeros estudios, por lo que son muy, muy importantes”, comenta la doctora Sharon Lewin, quien dirige el Instituto Peter Doherty para la Infección y la Inmunidad en Melbourne, Australia.
Alrededor de 41 millones de personas en el mundo viven con VIH, y actualmente no existe una vacuna.
Para diseñar vacunas contra un virus, los investigadores suelen estudiar cómo el cuerpo elimina el patógeno, explica Lewin. Sin embargo, el VIH ataca el sistema inmunitario, y rara vez el cuerpo logra eliminarlo. Por lo tanto, los candidatos a vacunas para este virus deben pasar por muchas pruebas y errores.
Esto convierte a las vacunas contra el VIH en un buen lugar para usar la tecnología de ARNm. La primera vacuna de ARNm fue aprobada en 2020 para COVID-19. En comparación con otros métodos, las vacunas de ARNm se pueden modificar rápidamente y a bajo costo, en meses en lugar de años, lo que permite a los investigadores probar diferentes estrategias. Estas vacunas funcionan al enviar instrucciones a las células en forma de ARNm para que produzcan proteínas específicas que normalmente se encuentran en la superficie de los virus. Esto induce una respuesta inmunitaria que ayuda al cuerpo a reconocer y eliminar un virus si se expone al real.
Unidos o libres
El VIH utiliza una proteína de ‘envoltura’ en su membrana externa para unirse a las células e infectarlas. En el último estudio, publicado en Science Translational Medicine, un equipo dirigido por William Schief en Scripps Research, La Jolla, California, realizó un pequeño ensayo comparando dos enfoques de vacunas. En uno, el método estándar para candidatos a vacunas contra el VIH, se dirige a la célula para producir proteínas de envoltura que flotan libremente. En el otro, la vacuna de ARNm instruye a la célula para que produzca proteínas de envoltura unidas a la membrana celular, similar a cómo se encuentran en el virus vivo. Los autores describen pruebas en animales de este método en un documento complementario.
El ensayo incluyó a 108 adultos sanos de entre 18 y 55 años en diez sitios de estudio en Estados Unidos. Se probaron dos candidatos a vacunas con proteínas unidas a la membrana y un candidato sin unión.
Los participantes recibieron tres dosis de una sola vacuna, en una dosis baja o alta, con varias semanas de diferencia; la vacuna que recibieron se seleccionó aleatoriamente. Las vacunas fueron proporcionadas por la compañía farmacéutica Moderna, donde Schief es vicepresidente de diseño de proteínas.
Alrededor del 80% de los participantes que recibieron alguna de las vacunas que producían proteínas unidas a la membrana produjeron anticuerpos que podían bloquear la entrada de esas proteínas en las células. En comparación, solo el 4% de los participantes que recibieron la vacuna de proteínas no unidas generaron anticuerpos correspondientes.
“La diferencia es bastante notable”, dice Lewin. Ella espera que estos hallazgos informen el desarrollo de futuros candidatos a vacunas.
Efectos secundarios
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