La Última Participación de José Mujica y el Futuro Político de Uruguay
El olfato político del expresidente uruguayo José Pepe Mujica le permitió hacer una última aparición significativa antes de su fallecimiento el 13 de mayo. Durante un evento que celebraba 40 años de democracia en Uruguay, Mujica enfatizó la importancia de convivir a pesar de las diferencias, diciendo: “¿Para qué se necesita la libertad? Para discrepar”. Este mensaje se dio en la sede del Partido Colorado, su historic adversario.
En esta reunión, Mujica compartió anécdotas con otros expresidentes uruguayos, Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle. Con su humor característico, comentó: “No sé si estamos haciendo historia, somos medio ampulosos”. Escuchó también un mensaje grabado del exmandatario Luis Lacalle Pou y prestó atención a las palabras de su sucesor, Yamandú Orsi, del Frente Amplio.
Curiosamente, el último acto de Mujica coincidió con el primer gran evento de Orsi como presidente, quien asumió el cargo el 1 de marzo. Orsi destacó en su discurso la necesidad de nunca abandonar el debate político, mientras una sala llena de líderes y figuras políticas jamás había visto una escena tan unida en este país de 3.5 millones de personas. Resaltó la importancia de no acostumbrarse a una política donde se baje la guardia.
Además, Orsi se embarcará en una gira internacional, participando en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Financiación para el Desarrollo Sostenible en Sevilla y luego en una cumbre del Mercosur en Buenos Aires. En representación de Uruguay, recibió un premio por su compromiso democrático y el respeto a las instituciones.
La estabilidad de los partidos políticos en Uruguay es una de las razones por las cuales se ha logrado mantener un ambiente democrático. El sociólogo Eduardo de León señala que Uruguay tiene un “sistema de partidos fuertes” que representa a la sociedad de manera efectiva. Este sistema se encuentra respaldado por una sólida cultura cívica en la que tanto las élites como el ciudadano común valoran profundamente la democracia.
Sin embargo, la reciente historia electoral muestra que, aunque la política uruguaya es en general estable, aún hay retos significativos. Por ejemplo, el pasado 6 de diciembre de 2024, durante la cumbre del Mercosur en Montevideo, Lacalle Pou, quien había perdido ante Orsi, mostró un gesto de unidad al abrazar a su sucesor, reflejando la propuesta de Orsi de hacer de Uruguay un “faro” para América Latina en términos de convivencia pacífica.
Mirando hacia el futuro, el gobierno de Orsi tendrá su primer gran desafío con la presentación de la Ley de Presupuesto quinquenal en agosto. Este presupuesto necesitará ser negociado en el Parlamento, donde el oficialismo no tiene mayoría. Orsi se ha mostrado como un líder pragmático, prefiriendo el diálogo y la concesión en lugar de la confrontación.
A medida que avanza su administración, Orsi cerrará su gira internacional en Río de Janeiro, donde asistirá a una cumbre de BRICS. Su enfoque en la política exterior se basa en el multilateralismo y la cooperación entre naciones del sur global, reafirmando el compromiso de Uruguay hacia la paz.
Orsi y su equipo también enfrentan el desafío de responder a un complejo panorama internacional, con críticas sobre cómo manejan situaciones delicadas, como lo ocurrido en Gaza. Es fundamental que su gobierno mantenga su postura de mediación y compromiso con la paz, diferenciándose de otros países vecinos que han tomado posturas más ideológicas.